Algo sobre fauna
De a poco y en la compañía de todos ustedes hemos ido descubriendo paisajes, lugares, estaciones, sensaciones, gente, sentimientos.
Me resulta algo así como ir hilvanando las cuentas de un collar maravilloso al que en un momento parece que se le terminar las cuentas para ir enhebrando pero que siempre reinvita al descubrimiento.
Vibora cascabel
Vibora de coral
Mirando hacia atrás, encuentro que no les he contado mucho sobre la fauna patagónica de la estepa. Esta no se destaca en especial por poseer especies de gran porte, sino por estar perfectamente adaptadas a un clima particularmente agresivo.
Lo mas característico de la zona esta representado por los zorros, tortugas terrestres, piches, peludos, choiques y guanacos.
Entre las aves: el águila mora, el cernícalo, la lechuza, el chimango y el jote, dominan la escena.
Hay algunos reptiles, como la ya mencionada tortuga, a la que se suma la víbora de coral, algunas de cascabel, iguanas y lagartijas, amen de innumerable variedad de culebras.
Alacran
Los insectos en su gran mayoría son lo que comúnmente llamamos cascarudos y que se caracterizan por poseer una dura cubierta de color oscuro o negro, que les sirve para concentrar el calor y así obtener energía. Variedades de arácnidos como la “viuda negra” y el alacrán también son vecinos de esta maravillosa tierra.
En esta lista, forzosamente incompleta, no podemos olvidar a la Mara o mal llamada “liebre patagónica”, que asfixiada por la caza indiscriminada se encuentra en riesgo de extinción.
Calandria
Paquita
Por las tardes es posible ver y oír a grandes bandadas de loros barranqueros que cruzan el cielo con su anuncio de vientos, o encontrarlos al posarse golosamente sobre las plantas de chañar a mediados de enero para devorar sus frutos.
Mientras el cielo se va tiñendo de rosados, naranjas y lilas, en medio de la serenidad del día que termina, es posible aun deleitarse con el canto de una calandria, que cuelga notas en los últimos rayos de sol.
Loro barranquero
Con la salida del sol, se reiniciara la eterna lucha por sobrevivir. Algunos levantaran del suelo los últimos despojos de otros, mientras aquellos levantaran vuelo asustados por el cazador en asecho. De cualquier forma, con sus dramas cotidianos, con sus cazadores y sus cazados siempre descubriremos un capullo de plumas que pinta colores al paisaje o un manojo de trinos que se nos meterá en el alma para cantarnos por las noches.
Patagonia…tierra de cazadores y cazados, de escapes y de cantos, de esperanzas y sueños…de esperanzas…

Choique
Piche
Etiquetas: Mi Patagonia